Puestos a realizar evaluaciones pintorescas e interesadas
sobre las propuestas de modificación del escenario fiscal y sus aun más
pintorescas conclusiones, y visto el diagrama de barras del tipo impositivo
medio por nivel de renta, obsérvese que los centiles más altos, del 91 al 100,
tienen una repercusión impositiva por el IVA, bastante pequeña en términos
proporcionales.
Puestos a hacer propuestas gilipollescas y populistas, para
que los sesudos analistas liberales las analicen, sugiero lo siguiente para
alargar el tramo de color naranja de la barras de esos centiles de los ricos:
Que el IVA no tenga tipos fijos en función de la
segmentación de los productos y servicios, sino tipos progresivos, al menos
para un conjunto de productos y servicios de consumo habitual entre los ricos.
Por ejemplo; se me ocurre la gilipollez populista de que los
automóviles, por ejemplo, a partir, digamos, de 30.000 euros, tengan un IVA
progresivo que empiece con el actual 21% y termine en un 50 ó 55% para los de
más alta gama. Lo mismo podría aplicarse a las joyas, a algunos artículos de
decoración, ciertos elementos de construcción (mármoles, maderas nobles...) y
hasta a los productos tecnológicos de alta gama.
Ya puestos, podría aplicarse ese criterio gilipollesco y
populista a la ropa y a los complementos de vestuario de lujo, se compren
directamente por los usuarios finales o sean para regalárselos a sus
"amiguitos del alma"...
¿Alguien podría calcular, así, a la cuenta de la vieja, cuál
sería el impacto en incremento de los ingresos de esta gilipollez populista en
términos de porcentaje del PIB?
Claro; lo malo de esta gilipollez populista es que, si dicen
de aplicarla, puede que los ricos, en lugar de comprarse un BMW's de 250 CV se
conformen con un Peugeot 308 y en lugar de comprarse trajes de Armani, se vayan
a las tiendas de Zara y nos cargamos el tejido productivo.