Quisiera hacer una breve reflexión. Vaya por delante que no pertenezco a sindicato alguno, ni a los sindicatos "de clase" ni a los sindicatos "con clase" -como irónicamente calificaba un antiguo compañero y amigo a los sindicatos de titulados y otros similares-. Es más, en varias ocasiones tuve mis trifulcas con algunos sindicalistas de Telefónica por lo que yo entendía que eran actuaciones irresponsables e interesadas las que muchas veces llevaban a cabo, tanto en el ámbito de nuestra empresa, como a nivel nacional, las dos grandes centrales sindicales: CC.OO. y UGT.
En estos momentos de crisis económica, cuando todos los resortes de las autoridades económicas se mueven para ayudar a los bancos que, paradójicamente, son los que más responsabilidad tienen en la generación de la crisis (aunque comprendo que es necesario esa ayuda, porque son el grifo del dinero, y mientras esté cerrado, todo Dios está jodido), cuando la sangría de los parados aumenta día a día, gota a gota en las pequeñas y medianas empresas, y a borbotones en las grandes, con expedientes de despido de cientos o miles de trabajadores de una vez.
Más, cuando la oposición liberal-conservadora, siempre dispuesta a sacar tajada de cualquier sandía que se le ponga a tiro, está jugando a la ambigüedad, apoyando, aunque sea con la boca pequeña, las medidas económicas del gobierno para ayudar a los mercados financieros (¡faltaría más, siendo vos quien sois!), a la vez que sigue con sus acusaciones genéricas sobre la inactividad del gobierno para solucionar la crisis, pero sin aportar *NI UNA SOLA PROPUESTA ALTERATIVA* más allá de las cantinelas de siempre sobre "bajar los impuestos" (?????) o ayudar a las Pymes y a las familias (¡me diga cómo, por favor).
viernes, 31 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)