El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha renunciado
a sus cargos honoríficos en CiU y CDC, así como a sus prerrogativas por el
desempeño de este cargo durante 23 años, ya era hora, pero con renunciar no es
suficiente, tendría que devolver lo cobrado indebidamente.
Entre las prerrogativas que Pujol tenía como expresident
figura:
Una pensión vitalicia de 86.000 euros al año lo que supone
unos 7.200 € de vellón mensuales, que no es moco de pavo, viendo las pensiones
que tenemos los españolitos de a pie.
Un despacho en el paseo de Gracia de Barcelona cuyo alquiler
cuesta entre 145.000 y 175.000 euros, que tampoco está mal, en la mina seguro que el despachito saldría
algo más barato, pero para que paga el pueblo.
También dejará de contar con el
personal de apoyo de su oficina, que en la actualidad constaba de tres
personas, y del coche oficial y su chófer, ¿verdad que no está nada mal?
Además pasa de ser "Molt Honorable" a "Molt
Xoriço" defraudador.