jueves, 27 de mayo de 2010
Otra del de la Ceja
La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ha dicho que su departamento ha estudiado la posibilidad de establecer el "copago de los servicios sanitarios por parte de los ciudadanos".
Entre las "dudas" existentes, ha citado "es saber a quién se le aplicará y cómo se le aplica" o "si tenemos un sistema informático lo suficientemente desarrollado como para poder discriminar entre aquellos que pueden o no pueden" afrontar este pago, "qué valor puede tener de cara a incrementar los ingresos" y, por tanto, "para fortalecer la sostenibilidad" del actual modelo público.
Asociaciones de consumidores han criticado a la ministra de Sanidad por lanzar "globos sonda" sobre la posibilidad de introducir el copago sanitario como medida para sanear las cuentas del Sistema Nacional de Salud (SNS), fórmula que tachan de "inoportuna".
El portavoz de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), David Hurtado, ha explicado que el copago sanitario "repercutiría en el poder adquisitivo de los ciudadanos, y principalmente en el de las clases medias y bajas, que son las que utilizan más estos servicios". Además, "si se suma a la subida del IVA de este verano, el copago añadirá una nueva piedra en el camino de la recuperación económica al incrementar un punto más la fiscalidad sobre el consumidor.
La portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu, ha señalado que introducir el copago "es empezar la casa por el tejado, porque antes hay que recortar muchas partidas". En cualquier caso, la representante de la OCU ha criticado que "al final siempre caiga el recorte por la parte del consumidor, que es la parte más desprotegida".
Traductores en el Senado.
Para el presidente de la Generalitat, el cordobés de Iznajar José Montilla, las lenguas «no tienen precio». Para los españoles, sin embargo, sí, y no precisamente una cifra módica. La friolera de 6.520 euros es lo que tendrá que desembolsar el Senado por la comparecencia de Montilla ante la Comisión General de las Comunidades Autónomas, debido a que fueron necesarios siete intérpretes en las cuatro lenguas cooficiales.
El Senado ya pagó 6.500 euros por la traducción a las cuatro lenguas en la reunión que esta misma Comisión celebró el 23 de octubre de 2008. En esta ocasión, la «tarifa» se ha encarecido. Los 40 minutos utilizados por el presidente de la Generalitat en su intervención suponen que, cada minuto que Montilla habló, costó163 euros a cargo del Senado. Y eso sin contar que, debido a un tema tan concreto como la renovación del TC y teniendo en cuenta el amplio número de intervenciones, no disponía de límite de tiempo.
En su comparecencia, Montilla hizo uso del gallego, el euskera y el catalán como muestra de la diversidad lingüística de España y recalcó que todavía hoy se está lejos de asumir la «pluralidad de las lenguas».
El presidente de la Generalitat censuró que se emitan «juicios peyorativos» sobre el catalán e hizo hincapié en que la defensa de las lenguas oficiales es «una responsabilidad». Porque no predica con el ejemplo y usa también el español en el Parlamento Catalán, hasta hoy no lo ha usado ni una sola vez.
Nueve de cada diez españoles consideran «un exceso» contratar traductores para las intervenciones de los presidentes autonómicos, se imaginan por un momento el senado de los EEUU hablando Arapajoe, Apache, Sioux, pues va a ser que no.
Yo haría una propuesta se trata de que cada uno page la traducción de su bolsillo, ya verás que pronto cambian de rollo. Además porque no emplea este sistema Montilla y Moriles en Cataluña, que solo usan el Catalán.
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