Me acabo de enterar que el coronel, jefe de la Comandancia de
Madrid ha sido destituido por pérdida de confianza. Lo mismo que le paso al
también coronel de la UCO Manuel Corbí.
¿Pérdida de confianza
de quién?
Resulta que después de tener que dar la cara en uno de los
episodios más negros de la actual democracia, el mal denominado “referéndum
catalán” el 1 de octubre de 2017 “1-O”, donde mandaron a todo un coronel de la
Guardia Civil a realizar un trabajo que los políticos no supieron o no
quisieron hacer. Tras recibir desprecios del entonces Mayor de los Mossos.
Tras
navegar en un mar turbulento con decisiones imposibles, las cuales harían
temblar a cualquier político de medio pelo como los de hoy.
Terminado su
trabajo, le designaron jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.
Posteriormente fue llamado como testigo al juicio de Proçes, donde su declaración de
varias horas, no pudo ser desmontada por la defensa y se pudo ver en un estrado
lo que significaba ser un funcionario “con todas las de la ley” Todo ello,
llevado de una manera efectiva, con respeto y adecuación al orden jurídico y
constitucional. ¿Para qué?, pues para nada, porque después de toda una vida
dedicada a la sociedad, los políticos que la gobiernan te dicen que han perdido
la confianza en ti.
El coronel Pérez de Los Cobos, ha pasado por uno de los tragos
más duros que puede pasar un jefe policial en una democracia. Sopesando pros y
contras, en silencio sincero, con discreción, con seriedad, con él pundonor que
solo un Guardia Civil sabe ejercer, y con dignidad, mucha dignidad. Ha
demostrado siempre que su sentido del honor estaba por encima de lo exigible a
cualquiera, y sin embargo estoy convencido que esta “pérdida de confianza”, no
ha sido una de los sucesos que más le importen a este profesional curtido en
miles de batallas.
Si alguien cree que al coronel Diego Pérez de Los Cobos lo ha
hundido, defenestrado o humillado, están muy muy equivocados. Con la decisión
de hoy por parte de políticos de difícil calificación (y ya van dos) se
retratan así mismos y, el coronel, se lleva los mayores honores que puede
llevar alguien de este empleo, el prestigio entre la mayoría de los que
componen la Guardia Civil y muchísima gente agradecida de la sociedad a la que
sirve.
Lo que está claro, es que si suma uno, la solución es fácil,
sobre todo cuando los sumandos no son complejos. Cuando se estaba pactando esta
legislatura los independentistas catalanes ya exigían la cabeza del coronel por
los sucesos del 1-O, tenemos que era cuestión de tiempo, que alguien con
cualquiera excusa banal se quitara a esta persona que tanto había molestado.
La excusa de Galapagar o de la filtración de una investigación
ordenada a la Guardia Civil por un Juzgado de Instrucción se Madrid, ha sido
más que perfecta, cualquier otra hubiera valido también, todos sabemos quién
sostiene al “Gobierno de la Confianza”. El PSOE tiene muchos favores que
devolver y este es uno de ellos.
Es curioso, que un hombre que ha sido leal a la sociedad y a
todos los Gobiernos, que dirige una de las Comandancias de la Guardia Civil más
complicadas, los partidos del cambio, de la regeneración y el que tiene la
hipoteca más alta a nivel de débitos políticos, el PSOE, lo quita de un plumazo
sin más.
Solo los que carecen de honor, de valores y de principios,
pueden alegrarse de que u ya no mande la Comandancia. Puede mirar atrás con el
orgullo y la satisfacción del deber cumplido.
Recuerda que estos mismos que lo destituyen, pactan con
Arnaldo Otegui, con los independentistas y permiten que un president de la
Generalitat inhabilitado, siga Gobernando.
No ha perdido nada coronel, ha GANADO TODA LA CONFIANZA.
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