Ando yo un poco perplejo con la prohibición, en varias
localidades francesas de la Costa Azul, del uso de esa prenda de baño, conocida
popularmente como "burkini", que cubre el cuerpo, y que usan algunas
mujeres musulmanas en las playas y piscinas.
Digo que ando un poco perplejo, pero más bien debo decir que
ando asqueado, al comprobar que esa prenda, que ya lleva bastantes años
usándose (incluso importantes marcas de ropa y grandes almacenes la
comercializan desde hace tiempo, con su correspondiente despliegue de
marketing), ahora resulta ser inadmisible en Francia (qué casualidad), donde se
han producido los atentados yihadistas más sonados de occidente de los últimos
meses y, más concretamente, en la Costa Azul (qué casualidad), donde no hace
mucho que se produjo ese horrible atentado con el camión arrollando gente en
Niza.
Y debo decir asqueado, porque esa prohibición tiene toda la
pinta de ser una repugnante maniobra electoralista del partido derechón que
gobierna en esos ayuntamientos, con el único o prioritario fin de rentabilizar
a su favor la lamentable corriente de islamofobia que generan los atentados
yihadistas.
Pero lo que es para mear y no echar gota es la justificación
de esa prohibición, que refrenda el primer ministro gabacho, Manuel Valls y, fuera
de Francia, apoyan algunos (no muchos, por suerte) dirigentes políticos de
profundas y obvias convicciones: Más o menos es ésta:
"La indumentaria de baño debe ser acorde con los
principios de laicismo y secularidad, y no estar asociada o tener connotaciones
asociadas a usos y prácticas religiosas".
¡Virgen santísima del
Amor Hermoso!
Que conste en acta que, por lo que a mí respecta, siempre y
cuando no deje restos contaminantes en la playa, cualquiera debe ser libre para
bañarse de la guisa que le venga en gana, con bañador completo, bikini, monokini, con tanga luciendo paquete
o "meyba" (estilo Fraga en Palomares), con traje de faralaes de cola
larga o con traje regional de los Coros y Danzas de la Sección Femenina, aunque
me asalta una duda: ignoro si esa norma de exigir que la ropa de baño sea
acorde con los principios de secularidad y ajena a los usos y prácticas
religiosas, es aplicable o no a esas monjas bañistas de las fotos, tomadas, en
fechas recientes, en playas públicas de dos países cristianos y occidentales
No hay comentarios:
Publicar un comentario