miércoles, 9 de septiembre de 2015

Castillo de la Estrella (Montiel)



Hay fechas en la Historia que a todos no resultan conocidas porque en ellas se han producido determinados acontecimientos que han alterado notablemente el devenir histórico de ciertos colectivos o de toda la humanidad.  Posiblemente el 23 de marzo de 1369 sea una referencia cronológica que para la mayor parte de los lectores no resulte conocida, a pesar de que ese día se produjo un acontecimiento que provocó un giro fundamental en la Historia de España: la muerte del rey Pedro 1 de Castilla, que supuso un cambio dinástico al acceder al trono castellano la Casa de Trastámara con Enrique II. ¿Y dónde se produjo este acontecimiento tan trascendental? Pues en nuestra tierra, concretamente en Montiel.
 La joya patrimonial de Montiel es, sin duda, el castillo de la Estrella, fortaleza que se ubica en una destacada posición estratégica, sobre todo en la época medieval, pues desde ella se controlaban importantes vías de comunicación. Este castillo se asienta sobre un poblado anterior de la Edad del Bronce, del que se han recuperado interesantes materiales arqueológicos.
Por lo que respecta a la época medieval, las investigaciones llevadas a cabo nos confirman que el cerro testigo sobre el que se localiza esta fortificación tuvo una primera ocupación islámica en el siglo IX, aunque no será hasta la segunda mitad del siglo X cuando el asentamiento no logre cierto desarrollo, que se mantendrá hasta comienzos del siglo XIII.
 De este modo, podemos afirmar que el castillo de la Estrella tuvo un especial protagonismo en la comarca del Campo de Montiel durante el califato omeya, la época de los reinos de Taifas y la etapa de las invasiones norteafricanas de almorávides, almohades y benimerines. Aunque tras la famosa batalla de las Navas de Tolosa de 1212 prácticamente todo el territorio al norte de Sierra Morena pasó a manos cristianas, el castillo de la Estrella no fue abandonado por tropas musulmanas hasta 1227, cuando la Orden de Santiago se hizo cargo de esta fortificación. A partir de este momento, cambiará su función básica, que pasará de tener un cometido fundamentalmente defensivo a constituir un centro desde el que la orden de Santiago desarrolló la administración y explotación económica de este territorio. A finales de la Edad Media había perdido buena parte de su protagonismo y, aunque el castillo estuvo habitado hasta comienzos del siglo XVI, su estado de conservación ya se encontraba en un proceso de grave deterioro.
 A pesar de las heridas que el paso del tiempo le ha ocasionado, cuan­do nos acercarnos a Montiel, el castillo de la Estrella sigue sorprendiéndonos con su orgulloso perfil, que nos recuerda que en él se produjeron notables acontecimientos que los trabajos arqueológicos que se están desarrollando en los últimos años están sacando a la luz, aportando llamativas sorpresas de las que podemos disfrutar, especialmente en determinadas celebraciones como sus atractivas Jornadas Medievales, en las que todo el pueblo se involucra para llevar al visitante a un viaje por el tiempo hasta llegar a 1369 y contemplar los intensos días en los que la guerra civil castellana entre Pedro I (para unos el Cruel y para otros el Justiciero) y su hermanastro Enrique de Trastámara se decidió en esta localidad cuando Enrique, ayudado por Bertrán Duguesclin (el que ni quitaba ni ponía rey, pero ayudaba a su señor) dio muerte a Pedro.

 Para todos los amantes del pa­trimonio y la historia debería ser casi obligado visitar Montiel para conocer con detalle el escenario donde se produjo uno de los acontecimientos más trascendentales de nuestra Historia. 

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