viernes, 10 de junio de 2022

Diputado de distrito.


 

   Por desgracia son muy pocos los países en el mundo donde predomine un régimen político democrático, algunos como EEUU, Francia, Suiza y Reino Unido se puede decir que tienen un nivel de democracia más cercano a una auténtica democracia que el resto del mundo. Los demás países, que yo sepa, no se puede decir que sean democráticos porque no cumplen los requisitos esenciales de una democracia, tales como la separación de poderes – ejecutivo, legislativo, judicial, – y además también esencial, para una democracia, es la forma de elección de los representantes de los ciudadanos en el parlamento donde se elaboran las leyes y se controla al gobierno. Este sistema electoral tiene que ser justo, de forma que todos los votos tengan el mismo valor, y los representantes sean elegidos directamente por los ciudadanos y no de forma tutelada por los partidos políticos, ya sea en listas cerradas, como es el caso de España, o abiertas que es prácticamente lo mismo.

   El sistema electoral, más justo, más democrático y más representativo, es el del diputado de distrito, un diputado por cada 100.000 electores aproximadamente. La geografía del país se divide en tantos distritos como sean necesarios, según se alcance el número de electores de la zona, y se elige a un diputado por mayoría absoluta en cada uno de los distritos. Al ser los diputados elegidos directamente por los ciudadanos se crea una mayor dependencia y vinculación entre el votante y el diputado elegido, pues si estos no defienden los intereses de sus representados o los engañan y mienten, podrán ser sustituidos y en el mejor de los casos en las próximas elecciones los electores, si han sido defraudados por su representante, lo más normal es que no lo vuelvan a elegirle.

   Esto es lo que ocurre en el Reino Unido y por eso diputados del mismo partido, que el jefe del ejecutivo, presentan una moción de censura en contra del propio gobierno porque no están conformes con sus actuaciones, cosa impensable en nuestro País. Por muchas picias que haga el presidente del ejecutivo, y ya lo creo que las hace, los diputados de su propio partido jamás votarán en contra suya, porque en definitiva es él y la cúpula del partido, el que los ha elegido. De ahí una de las grandes diferencias entre una democracia y una pseudodemocracia como la que tenemos en España.

miércoles, 1 de junio de 2022

La Unión Europea.


 

La UE no es la Europa de los pueblos del libre comercio, circulación y bienestar de sus ciudadanos. Es la Europa de los malos políticos que solo buscan su comodidad, su riqueza y privilegios. Es la Europa orientada erróneamente, según mi criterio, por sus dirigentes desde hace tiempo hacia al globalismo, pero con intereses contrapuestos entre sus distintos estados, sin un claro liderazgo político y estratégico a nivel mundial para defender los intereses de sus ciudadanos, sino más bien a merced de las demás potencias mundiales – EE. UU, China, Rusia –, pudiera decirse que con voz pero sin voto, sin influencia y sin criterio propio para afrontar los nuevos tiempos y peligros del nuevo orden mundial que nos quieren imponer las élites mundiales.

Esta U.E. siguiendo las directrices de las grandes multinacionales farmacéuticas, especialmente de EE. UU y de la OMS claramente controlada por las elites mundiales globalistas, con la pandemia del Covid-19. Nos han provocado una crisis económica y de salud, restringiendo libertades y derechos fundamentales, obligándonos prácticamente a que nos pongamos una vacuna, muy positiva para las multinacionales farmacéuticas que las han creado, para llenar sus arcas de dinero, pero que se está demostrando que no sirve para mucho en cuanto a la prevención de la salud se refiere y que no se sabe ni se sabrá nunca de las posibles consecuencias negativas a medio y largo plazo.

Pues bien, acabamos de salir de la crisis de la pandemia y nos vemos involucrados en la invasión de Rusia a Ucrania. Invasión a todas luces injusta que está sufriendo el pueblo ucraniano, pero que la UE con su posicionamiento y respaldo a los dirigentes ucranianos, enviándoles armas y tecnología militar a través de la OTAN, están alargando. Y cuanto más dure la guerra, más muertes de seres humanos, más sufrimiento y sacrificio para el pueblo, más destrucción de bienes y por tanto más pobreza que tendrán que pagar los ucranianos y también de alguna manera los europeos como lo estamos haciendo ya por las sanciones a Rusia que claramente se están volviendo en contra de nosotros  provocando una nueva crisis de energía – carburantes, gas y electricidad-, alimentaria , especialmente de cereales, y como consecuencia una crisis económica con una subida de precios e inflación, perjudicando claramente el bienestar y el desarrollo de la mayoría de los ciudadanos europeos que pagarán como siempre los platos rotos de sus dirigentes, que como dije anteriormente, están orientados erróneamente pensando más en sus comodidades y privilegios que en la defensa de los intereses y bienestar de los pueblos que componen la propia UE, según mi criterio.