Los ciudadanos con menos recursos necesitan una nación con un estado que la proteja, defienda del exterior, y garantice el orden y cumplimiento de las leyes en el interior; todo lo contrario de lo que está pasando en España desde hace más de cuarenta años, sobre todo en la esfera política. Los distintos gobiernos de la Nación que hemos tenido solo se han dedicado a enriquecerse, colocar a las élites de su partido político y protegerse de la justicia para no tener problemas con ella, controlándola bien con la propia Constitución, alguna ley o, a través del ministerio de justicia, abogacía y fiscalía del Estado.
El gobierno actual apoyado por terroristas y separatistas golpistas para mantenerse en el poder, más o menos como los anteriores gobiernos, pero dando un paso más en la corrupción moral y política, buscando solo sus intereses particulares y partidistas, engañando y traicionando a la Nación y al pueblo; ha indultando a los golpistas catalanes, que según sus propias declaraciones lejos de estar arrepentidos de los delitos por los que fueron condenados, están dispuestos a repetirlos de nuevo si es necesario para cumplir sus objetivos y romper la unidad de España. Y el rey que ha firmado sin rechistar los indultos bien por cobardía o bien por intereses particulares, como Pedro Sánchez, para conservar su cargo y la dinastía de la corona, más importantes para él que la unidad de España y el bienestar de sus ciudadanos, ha traicionado igualmente a la Nación y al pueblo. Ósea el jefe del Estado y el jefe de Gobierno firmando estos indultos se han hecho cómplices de los que quieren romper y destruir España, dándoles libertad para que puedan seguir, dentro del propio Estado, conspirando para destruirlo; al mismo tiempo que han abandonado, traicionando y dejando desamparados a españoles y catalanes que quieren seguir formando parte del mismo país.
