jueves, 29 de abril de 2021

Sánchez dispara la alarma contra Vox: “Es una amenaza parala democracia”.


 

Pedro Sánchez revistió de la máxima dureza su discurso, el otro día en un mitin en Getafe, para advertir que la ultraderecha es ya “una amenaza para la convivencia y para nuestra democracia”.  Efectivamente para su pseudodemocracia o falsa democracia, no solamente los de VOX son una amenaza, también lo son todos los demócratas de verdad, por eso quieren eliminarlos para que nadie sea capaz de plantar cara a sus devaneos, desatinos y enredos destructivos para todos los españoles.

“Se asoman a los medios de comunicación y esparcen el veneno del odio” Me pregunto quién ha traído el veneno del odio y el enfrentamiento a nuestra sociedad. Los de la memoria histórica, los que resucitan las heridas de la pasada guerra civil, después de ochenta años ¿Quién ha traído la inseguridad en las calles, en el trabajo, incluso en tu casa que, si la cierras unos días por irte de vacaciones o por ir a ver a un familiar, corres el riesgo de que te la ocupen? ¿Quién respalda y negocia privilegios con los etarras y los que quieren romper España?

Pablo Iglesias, advirtió desde Collado Villalba que el 4-M hay que elegir “entre democracia y fascismo”. Y alertó de que el PP y Vox “odian la democracia”. Que credibilidad puede tener los que dicen todo lo contrario de como luego actúan. “Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces” Quienes son, sino los social comunistas los que quieren elegir a los jueces del Poder Judicial para sentirse seguros de que no serán enjuiciados y si lo fueran no correrían ningún peligro, aunque incumplan las leyes.

Suena muy bien “los social comunistas están amenazados de muerte por los fascistas de extrema derecha” los madrileños les premiarán dándoles su voto. A estas cosas hemos llegado. Estos social comunistas nos hablan con toda la cara dura de democracia, libertad e igualdad, como si ellos fueran el ejemplo a seguir. Los que mienten, engañan y traicionan constantemente al pueblo español, aíslan y marginan en todo lo que pueden a los que no estén de acuerdo con ellos. Hoy con Pedro Sánchez “cinturón sanitario a Vox". Hace unos años con Zapatero "cinturón sanitario al PP".

Democracia. – A qué democracia se refieren a la del régimen de partidos, donde no existe la separación de poderes (legislativo, ejecutivo), ni la independencia del poder judicial y se tiene una ley electoral no representativa de los ciudadanos si no de los partidos políticos; además de ser totalmente injusta en el reparto de los escaños, unos votos valen más que otros. La separación de poderes y un sistema electoral que verdaderamente represente a los ciudadanos y donde todos los votos valgan lo mismo, son indispensables en una democracia y nada de eso se da en la pseudodemocracia española.

Libertad. - Para ser libres hay que conocer la verdad de las cosas. La libertad la da la cultura el conocimiento, un pueblo culto es un pueblo libre y, un pueblo libre es un pueblo culto; por el contrario, un pueblo ignorante, temeroso, engañado y manipulado no puede ser nunca libre porque está manejado, dirigido por las elites del poder. Qué clase de libertad se puede tener cuando se vive en la inseguridad y la incertidumbre total, en las colas del hambre, o en el paro, sin un trabajo que te dé cierta seguridad para vivir con dignidad.

Igualdad. -En que, en la justicia, en los derechos, en los deberes, en el cumplimiento de las leyes, porque en nada de esto nos aproximamos a la igualdad sino más bien estamos en una sociedad donde los privilegios, recomendaciones, desigualdades en todos los niveles y el incumplimiento de las leyes por los que tienen el poder y sus protegidos o amigos, es el pan nuestra de cada día.

Si todo esto, es lo que nos están vendiendo como bueno, como será lo malo. Que Dios nos pille confesados.

lunes, 26 de abril de 2021

A vueltas con la reforma de las pensiones.


 

Aunque este tema nos afectará poco (o nada incluso) a los ya jubilados o a punto de serlo, creo que es de interés siempre saber qué rumbo puede tomar en próximos años.

Yo estoy convencido, como siempre que en un momento no lejano (ya se va tarde) habrá que girar en alguna medida (no digo que al 100% ni al 60%, pero sí en la medida de lo posible y necesario y desde luego por encima o bastante por encima del 50%) hacia un sistema de capitalización individual, con una mínima proporcionalidad entre lo cotizado (años y cantidades aportadas al sistema) y lo percibido como pensión. Porque si lo pensamos bien, el sistema actual es exactamente igual que los tan mal vistos "sistemas piramidales", que se sostienen para pagar a los niveles de arriba de la pirámide (jubilados en este caso) mientras haya suficientes paganos en los niveles bajos (cotizantes actuales). Cuando la pirámide empieza a invertirse, adelgazándose la base y engordando la punta...."tenemos un problema, Houston".

"Sistema piramidal" no es en sí mismo una estafa, como mucha gente piensa inmediatamente, pero sí es un sistema potencialmente inestable en el tiempo que, como se ha demostrado en la práctica, da pie a que, a fuerza de querer mantenerlo vivo contra corriente cuando la pirámide empieza a invertirse, por las razones que sea, se acabe incurriendo en algo parecido a una estafa como única manera de cuadrar el círculo. Que no será el caso nunca en esto de las pensiones, si aceptamos que el garante en este caso, es decir el Estado, es y va a seguir siempre siendo fiable.

Lo de "alguna medida" razonable, que digo, no es incompatible por definición con mantener un porcentaje de los fondos cotizados (que de todos modos deberían cubrirse con impuestos generales pagados por todos, y no cubrirlos sólo a costa de los jubilados) para la solidaridad necesaria con aquellas personas que, por su trayectoria profesional o por desgracias sobrevenidas no hayan podido cotizar lo suficiente. Pero el grueso de una pensión de jubilación tendría que guardar una proporción justa y razonable con la carrera de cotización de cada uno.

lunes, 19 de abril de 2021

La credibilidad de los políticos y los medios.


 

Cada vez es más evidente la manipulación, la deformación de la información, de los políticos sus partidos y los medios que los respaldan. Unos y otros nos cuentan lo que quieren, cuando quieren y de la forma que les es más favorable, siempre buscando su beneficio particular o de grupo, nunca pensando en el bien común, en la sociedad, en el pueblo. Llegamos a tal extremo en nuestros tiempos que la mentira y el engaño es lo normal, y el que más y mejor lo haga parece que es el más apreciado y valorado por los ciudadanos. Y es que la mayor parte de los ciudadanos nos creemos lo que nos interesa, lo que está de acuerdo con nuestro sentir y pensar, ósea, con nuestro yo particular.

Como se puede confiar en la oligarquía de partidos políticos, cuando nos mienten y engañan con el descaro y la naturalidad con que lo hacen y lo han hecho, al menos todos los que nos han gobernado y gobiernan, desde la muerte de Franco, por no ir más para atrás, ¿Que credibilidad pueden tener las palabras de un Presidente de Gobierno, como el que tenemos, que cuando está en la oposición dice una cosa y cuando alcanza el poder hace todo lo contrario? ¿Qué credibilidad pueden tener, en general, las promesas que la mayor parte de los políticos, respaldados por sus correspondientes partidos, nos hacen en campaña electoral, si no tienen ningún tipo de responsabilidad ni compromiso de cara a la sociedad civil, que en definitiva es quien los paga y de dónde sacan su beneficio? ¿Qué credibilidad pueden tener los medios de comunicación subvencionados en su mayor parte por los gobiernos del Estado, para que digan siempre lo que el gobierno de turno o el partido político que cuando alcanza el poder mejor se porta con ellos?

Estamos totalmente manipulados y desorientados, tanto por parte de la oligarquía de partidos políticos, como de los medios de comunicación que tenemos. Todos ellos viven del Estado, engañando constantemente al pueblo. Y así nos va el plumero dejamos llevar una y otra vez por ellos.