No se trata de desprestigiar o despreciar la labor de los médicos; a veces o en muchas ocasiones nos resultan enteramente necesarios para ayudarnos a solventar algún tipo de dolencia. Pero pienso que no debemos inhibirnos del problema. El tema de la salud más que de los médicos, las compañías de seguros o la seguridad social, es particularmente nuestro, es nuestra propia vida la que está en juego y por eso estamos obligados a hacer todo lo posible para preservar la salud, antes de caer enfermos.
Soy de los que piensan que tenemos que asumir el control de nuestra salud o enfermedad, aunque esto suponga o represente una amenaza intelectual para los médicos y un sacrificio, que merece la pena, para nosotros mismos. Debemos tener claro que la pérdida de memoria, la desorientación, la confusión, el cáncer y todo tipo de enfermedades no son partes inevitables del envejecimiento, sino problemas asociados a factores como la alimentación, el medio ambiente y el estilo de vida que tenemos. Y por tanto una de las herramientas más poderosas que tenemos para combatir todo tipo de enfermedad que padecemos o podemos padecer son los alimentos que están a nuestro alcance y que además podemos controlar.
Siempre se ha dicho que es mejor prevenir que curar, con la prevención podemos impedir el mal de antemano; con el diagnostico, aunque sea precoz, o algún tipo de tratamiento médico, difícilmente podemos eliminar cualquier enfermedad crónica o el cáncer si antes no suprimimos el origen, la causa de esta, que principalmente se encuentra en los alimentos que ingerimos y en la suciedad interna (grasas, toxinas, venenos y medicamentos) acumulados en nuestro organismo a lo largo del tiempo. No se puede curar la enfermedad con ningún medicamento, si primero no limpiamos internamente nuestro cuerpo y paramos la ingestión de los alimentos que la están produciendo. Ósea tenemos que limpiar algunos de los órganos de nuestro cuerpo como los intestinos, el hígado, los riñones y los pulmones. Y por supuesto dejar de ingerir alimentos tóxicos, y en muchos casos comer menos.
Partiendo de algunas premisas como las siguientes
“El ser humano, como toda planta y organismo viviente madura y debe su existencia a la comida”
“La salud de las personas o su enfermedad sea del tipo que sea, son directamente resultantes de la ingesta de alimentos”
“La enfermedad es la inmundicia interna adquirida durante todas las edades por los alimentos equivocados y por el exceso en muchos casos de estos”
Las enfermedades crónicas y degenerativas se presentan como consecuencia de patologías funcionales descuidadas durante mucho tiempo, como problemas digestivos o urinarios, infecciones repetidas, etc. Estos problemas funcionales están ligados, por una parte, a un mal equilibrio alimentario, exceso de comida, de calorías y a una desnaturalización de los alimentos que comemos.
Después de leer varios libros y artículos sobre este tema, por la cuenta que me tiene, he llegado a la conclusión de que, para prevenir cualquier enfermedad es necesario limpiar y no ensuciar (nuestro organismo). Y la dieta más saludable para esto está basada en las frutas, verduras, legumbres, y frutos secos. Aparte de combinar bien los alimentos y no comer en exceso.