¿Veremos alguna vez a Urdangarín sentado en el banquillo? ¿Y
a los de la trama Gürtel? ¿Y a los protagonistas de ese fraude coral organizado
en torno a los Eres andaluces? Si eso llega a ocurrir, en el supuesto de que
los encausados fueran encontrados culpables y finalmente condenados a penas de
prisión, ¿pisarán alguna vez la cárcel? ¿Estaremos vivos para verlo? ¿Estarán
vivos ellos?
Los casos Fabra y Matas son una especie de prueba del nueve
para contestar alguna de las anteriores preguntas: empezaremos a pensar que
esto va en serio y que no nos están tomando el pelo el día en que el
castellonense y el balear acaben por fin en chirona, después de haber
conseguido prolongar durante lustros sus procesos defendiéndose como gatos
panza arriba para intentar evitar la condena. Tras denegarle el indulto el
gobierno, hace más de una semana que Matas tenía cinco días para entrar en
prisión. Pues bien, a día de hoy, todavía le siguen quedando los mismos cinco
días. ¿Alguien entiende algo? Que si tiene que recoger un papel, que si el
papel está en Baleares, que si ahora está en Madrid. Me imagino a ese amable
funcionario, armado de porra y pistola, en el domicilio de Matas.
Me imagino a Fabra, en su mansión veraniega, consolado por
su querida hija Andrea, un poco deslenguada ella cuando ocupa su escaño en el
congreso de los diputados, pero taaannn cariñosa.
- Voy a recurrir al Constitucional, cariño, pero lo que no
voy a hacer es pedir el indulto si no me dan la razón. Me voy al talego ya, que
estoy hasta las narices, a ver si acabo con esto de una vez
- Pero hombre, papá, a lo mejor a ti sí te conceden el
indulto, que Mariano te quiere mucho.
Risa floja de fondo al escuchar la palabra “prometer”. Una cosa es prometer y otra
cumplir, deben pensar. Esta temporada, el eslogan del partido al que pertenecen
es “Cumplimos”, pero en ningún sitio especifican que lo que cumplen tenga nada
que ver con lo que prometieron.
En Baleares ya hay en la cárcel casi una docena de
responsables políticos por corrupción, Bárcenas lleva más de un año en prisión
preventiva… pero hasta que no llegue
el día en que, a la entrada del penal, les quiten las corbatas y los
cordones de los zapatos a Fabra y a Matas y empiecen a cumplir sus condenas, no
quedará inaugurado el verdadero desfile, el desfile de los corruptos pata
negra.