Después de la enésima derrota electoral, Galicia y País
Vasco, ya previamente y viendo llegar los malos resultados que auguraban todas
las encuestas, "El Trapecista" había convocado Comité Federal para el
próximo sábado y un Congreso Exprés para el 3 de Octubre, de tal manera que se
obvia el análisis público sobre el fracaso electoral, y adquiere todo el
protagonismo la huída hacia adelante al modo de "Thelma y Louise".
¿Cuántos fracasos electorales y cuan de estrepitosos
necesita "El Trapecista" para reconocer su ineptitud al frente del
histórico partido?, respuesta, los que hagan falta con tal de sobrevivir en el
cargo e intentar vender su alma al diablo para atisbar un hipotética
Presidencia del Gobierno. Apelaciones
constantes a que decida la militancia, artimaña chantajista que no repara en
que en el mejor de los casos, que la militancia estuviera de acuerdo con la
ruta de navegación de Pedro Sánchez, puede abonar el peligro de quedarse sin
votantes.
Ahora mismo, el desafío al propio PSOE por parte de su
Secretario General es inaudito, los modos-maneras-tiempos de los citados
eventos (Comité Federal y Congreso) totalmente inapropiados, pero es más, ayer
mismo, en declaraciones a la Cadena SER el propio Pedro Sánchez declaraba que
aún en el caso de que se rechazaran internamente sus propuestas, no estaba
dispuesto a dimitir, verdaderamente inaudito.
Y todo ello teniendo en cuenta que cuando se le preguntó
hace un tiempo por la posibilidad de convocar un Congreso, contestó que primero
estaba España, es decir, la formación de un gobierno para el país, y
posteriormente el Partido, es decir, la organización de un Congreso para
dirimir el rumbo y los actores que lo habrán de llevar a cabo. Cabe preguntarse a la luz de los
acontecimientos, ¿en qué lugar quedó ahora España? en el orden de prioridades
de "El Trapecista"
Parece, digo parece, que el Partido está reaccionando y
parándole los pies a la última cabriola del interfecto.