Recuerdo que siendo yo pequeño cuando aun vivía en mi pueblo, se oían rumores que había fantasmas, la verdad es que estos han existido siempre lo que pasa es que ahora son de otro tipo, los de antaño eran fantasmas de pelo en pecho como debe ser un buen fantasma que se precie.
Una noche un fantasma que salio a fantasmear, salio cargado con su escalera fabricada con dos chopos finos y largos cuyos travesaños era también de la misma madera, digo esto para que sepan la faena que le hizo la escalerita. Resulta que sale el fantasma con una sabana echada por encima de la cabeza y con unas cadenas a tipo de correa por la cintura iba arrastrándolas por el suelo y con su escalera se dirige a hacer el iden.
Así anduvo el fantasma varias noches, es mas la madres nos avisaban a los niños (Hijo mío al encenderse las luces veniros para casa que dicen que hay un fantasma, no sea que os haga algo a vosotros que sois pequeños) la verdad es que daba un poco de grima.
Una de las noches que el fantasma apoyo la escalera en una ventana que daba a un primer piso al salir de fantasmear ya con el trabajo hecho, se le rompió un peldaño de la escalera, se cayo de esta y se rompió una pierna.
A partir de aquel día quedó todo claro, la ventana en la que apareció la escalera vivía una viudita de vida alegre, y el fantasma resulto ser un vecino mío casado sin hijos que le costo la broma 40 días de escayola y ser el hazmerreír del pueblo, casi le costo su matrimonio, estuvieron a punto de separarse, no lo hicieron por que entonces era un palo para la familia y una ofensa para el esposo.
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