Por dejar de lado aunque se temporalmente las vergüenzas de
la política española, de vez en cuando uno recibe alegrías que no esperaba,
claro está, no estoy en el conocimiento profundo del llamado Acuerdo de Paz,
por lo cual mi opinión vale poca cosa, pero si me informé de algunos detalles
del acuerdo, que me hacen pensar que era un Acuerdo de la Vergüenza, una
semi-rendición sin paliativos a la narco-guerrilla.
Claro, lo comprendo, ¿y cual es ahora la solución?, pues no
lo sé pobre de mí, pero siempre aplico aquello de:
"Se te ofreció poder elegir entre la deshonra y la
guerra y elegiste la deshonra, y también tendrás la guerra"
(Winston Churchill
a Chamberlain)
El Pueblo Colombiano, in-extremis y contra todo pronóstico,
aunque bien es verdad que por poco número de votos, ha salvado el honor de ese
atribulado país, rechazando lo que tenía toda la apariencia de ser un infame
amaño.
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