Bueno, una posibilidad más para aquellos madrileños que no
puedan visitar una playa nudista por no tener vacaciones o dinero se pongan las
botas en las piscinas madrileñas.
No sé si sería necesario hacer un casting antes como el de
que hizo Ana Botella para los músicos de la calle, ya que si en un caso unos
pueden dañar los oídos de los viandantes, los otros pueden dañar la vista de
los piscineros.
La vista y el oído son dos sentidos que tenemos que
preservar en la capital con estas alcaldesas podemitas que solo tienen
ocurrencias así, es que no hacen una derecha.
Yo me pregunto a ver cuando la Carmena proclama en Madrid el
día sin velo para las mujeres musulmanas, a que no se atreve.
Que ustedes alegren la vista en las piscinas de Madrileñas.
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