En los acuerdos de 1995 del Pacto de Toledo, se emplazaba a
dejar la Seguridad Social única y exclusivamente para la financiación de las
pensiones contributivas. Y desde el 2013
las pensiones no contributivas creo que corren a cargo de los
Presupuestos Generales del Estado y se nutren fundamentalmente de los impuestos
y otros ingresos con los que cuenta el Estado para financiar sus gastos, pero a
estas alturas la medida tomada no es una solución que pueda mantener la
proporcionalidad entre lo cotizado y la pensión máxima tal cual lo conocemos,
vamos, que tal como está la situación es como el que tiene un tío en Alcalá, ya
sabes, ni tiene tío ni tiene ná. Eso sí, esta medida de 2013 ayuda a mantener
la sostenibilidad de un sistema de reparto contributivo asistencial tal cual
indicaba en un correo anterior.
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