En los últimos meses de "falsas" negociaciones,
incluso bastante antes del último período electoral, a cualquier observador
neutral le sorprendería sin duda como
conocidos representantes del PSOE, tertulianos/periodistas afines, y digo
afines en el mejor sentido de la palabra, es decir, personas con opinión
proclive a la órbita socialista, miraban con ojos de indisimulada ternura al
nuevo/viejo actor de la política española.
Y desde luego, he podido observar a simpatizantes y
militantes socialistas, con la misma comprensión y mimo hacia la citada
formación política, a modo y manera de en otro escenario y en otros tiempos, un
padre y/o abuelo del PNV miraba con ojos comprensivos al hijo/ nieto
"batasuno".
Salvo excepciones de personas con acervo político
incontestable y una visión global y no cortoplacista, muchos, casi todos, han
estado incubando, dándole calor al huevo de la serpiente. Bien, como tiene dispuesto la Naturaleza y
transcurrido el tiempo necesario, el huevo eclosiona y la serpiente sale del
mismo.
Es más, se le ha seguido dando cobijo y calor mientras era
pequeñita, lógicamente ha crecido y adquirido un tamaño más que considerable, y
le surgirá más temprano que tarde lo que sin duda alguna lleva en su ADN. Y después, vendrán las sorpresas, en
definitiva... "el llanto y el crujir de dientes"
Si se me permite la broma, es broma "ma non
troppo", aún veremos al Sr. Pablo Iglesias ofrecerle un puesto de bedel de
oficina al Sr. Pedro Sánchez.
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