Cuando niño nuestros padres nos enseñaban a respetar a las personas mayores, si algún adulto te llamaba la atención por que hacías algo que no estaba bien, no te atrevías a decir ni pio, porque si este por mano de diablo veía a alguno de tus padres y se le ocurría decirles que no le habías hecho caso, ya sabias lo que te espera, como no había tele ni tenias juguetes ni nada, lo único que les quedaba era darte jarabe de palo.
No digamos con los maestros, si no te sabias de memoria las lecciones palos, si echabas una mancha en la libreta como escribíamos con pluma y había que mojarla en el tintero palos, así que salimos una generación con la cabeza bastante dura pero sabiendo respetar a las personas y a las cosas.
Ahora eso pasó a la historia estaba yo sentado en el parque el otro día y me viene un zagal de unos 12 ó 13 años y sin más se dirige a mí y me dice oye me das un cigarro. Me quede mirándolo y con una sonrisa interior pensaba ostras si yo con su edad le pido un cigarro a un señor mayor de la bofetada que me da me sienta de culo.
Claro que ahora ya tampoco sirve decírselo a sus padres por qué no hacen nada, al revés puede crearles una depre, me cago en el progenitor B que pario a la mala educación.
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