Mientras España se hunde, en esta pasta marrón, calentuza y maloliente que denominamos crisis económica global; mientras alcanzamos tasas de paro tercermundistas, a años luz de las europeas. El Tripartito catalán ha presentado unos presupuestos generales de su absurda, superflua e inútil “cosa nacional”, duplicadora de leyes, de impuestos y de irrepresentaciones, de 56.374.909.000 €. Es decir, de 8.675 € por catalanito viviente, sea viejo o recién nacido, sea natural de Cataluña o recién empadronado en alguno de sus nacionalistas municipios. Y para que conste, a esta barbaridad le llaman presupuestos restrictivos, solidarios o de crisis.
Apostillemos que la Generalitat y sus satélites en forma de empresitas, fundacioncitas y otros chollitos para enchufaditos tiene 219.400 personas trabajando en sus silloncitos correspondientes. Todos hablan catalán, eso sí.
Sólo a los altos cargos de Gobierno se les pagarán, en 2009, 114.804.000 €. Y como esos altos cargos son 242 tíos y tías, cobrarán una media cada uno de 474.396,69 € en 2009. ¡Pero qué mal lo van a pasar en esta crisis global! ¿A que sí?
Por otra parte, Montilla, Carod y Saura tienen a su disposición cientos de asesores cada uno, que no son más que miembros de su partido que cobran de la Generalitat para estar liberados y dedicarse a la política partidaria y de construcción nacional.
"Señoras y señores políticos, por llamarles a ustedes algo, disuelvan las autonomías ya mismo. Únanse todos ustedes en un solo Estado, con un solo Gobierno y un solo Parlamento, sean dignos por una puta vez en toda su vida. Liberen, de paso, a cientos de miles de trabajadores enchufados en sus inoperantes taifas para que se dediquen a producir. En definitiva: hagan como hicieron las Cortes de Franco, sus antecesoras y favorecedoras, ésas en las que sus papás medraron y a las que tanto deben. Suicídense políticamente. Echen el cierre a las Quimerilandias y ¡váyanse a tomar por culo todos!"
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