Pasar 12 ó 13 horas diarias en el trabajo implicaría tener que quedarte a comer, es decir, que serían 13 ó 14. Súmale una hora de desplazamiento para ir y volver del trabajo a casa y se queda en 15 ó 16. Sólo con dormir las 8 horas que recomiendan los expertos, ya tendríamos el día completo.
Ni cenar, ni desayunar, ni ducharte, ni estar con tus seres queridos.
La Unión Europea aprobó este pasado lunes una polémica directiva que amplía a 65 el número máximo de horas que comprenden una jornada laboral, cuya aplicación en los Estados miembros dependerá de la legislación interna de cada uno de ellos y de la negociación de los convenios colectivos con los sindicatos.
Entre todos tenemos que conseguir que no aprueben las 65 horas semanales. ¿Están locos o qué? Que también tenemos vida, amores, amigos, familia y aficiones, y si no que empiezan los políticos con el ejemplo, trabajando ellos los primeros las 16 horas diarias.
Hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios, como dice la vox populi (Estas mas guapo callao).
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