Hay un proverbio indio que me gusta particularmente y
dice:
"La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un
préstamo de nuestros hijos.
Si en realidad es un préstamo, tendremos que devolver, con algún interés o como
mucho igual que lo prestado, a no ser que uno no quiera saber nada de
deudas.
Indistintamente de la verdad, y jugando en el terreno de las
probabilidades, jugar con el futuro de la especie en el escenario de un
5% de ganar y el 95% de perder, escapa a cualquier decisión
racional, pues para otras decisiones personales como pueda ser la salud, no
jugaríamos. Aunque uno puede estar soltero, o no tener descendencia, le importe
un comino o tenga intereses dinerarios.
Hemos visto recientemente que ha habido municipios que no disponían
de agua, son casos concretos, que alguien en esa búsqueda de la verdad
pudiera achacar a otras causas, pero como antes no pasaba y hay que
abastecerle, la economía se ve alterada, pues fácilmente podríamos
ir a un escenario de entorno climático duro, a una economía de guerra, y
ya sabemos que cuando existe un conflicto, la economía funciona de otra forma.
Todos recordamos, que antes de conocer las causas de la aparición de los
rayos, el personal ante su impacto y gravedad, buscaba refugio divino, y se
congregaba en las iglesias, como allí había siempre una torre con
campanario para difundir el sonido mejor, atraían los rayos y las
descargas y las víctimas eran mayores. No fue hasta la aparición del
pararrayos, cuando se solucionó y se entendió el fenómeno. Aquí algo
ayudaran ante el aumento de las tormentas, pero no es la solución el
pararrayos.
El Papa, aunque sus decisiones sean infalibles en el terreno de la fe, y en
esto del clima pudiera estar un poco pez, al estar en un puesto
alto, a mí no me cabe duda que sabe más que yo aunque tenga internet, y
que alguno de nosotros, del cambio climáticos y sus consecuencias,
pues tiene personal en todo el mundo que observa cambios y le informa de
lo que está pasando.
El otro día en el programa de aerósfera, el sábado en la 2 a las
9,30,dijeron que el suministro de agua para el consumo es prioritario
sobre el regadío, pero si no se riega no se producen alimentos, (la parte de regadío
es mucho menor pero produce el 70%) y si el agricultor como consecuencia
de ello deja el campo, a ver luego a quien se convence para que vuelva a
cultivar.
En escenario duros, posiblemente ya no bastaría con plantar
arbolitos, ni ponerse led o alimentar a los pajaritos porque ellos
sí que saben del cambio climático, igual hay que ir a lo gordo. Para ir a lo
gordo, previamente tenemos que saber lo que es y entender lo que pudiera
pasar.
Por eso apoyo la idea que en base a ese 95%, sería bueno conocer
los cambios y los problemas que se avecinarían, pues no es un apocalipsis
lo que indican, sino fenómenos concretos, que nos pueden alterar todos los
mecanismos que disponemos para hacer frente a fenómenos a la organización
del mundo.
Como estos cambios en distintos campos, son muchos, la duda si bien
sensata, debería dejar paso a la acción, si realmente nos importara o
quisiéramos hacer algo, debido simplemente a que no queda tiempo por la característica
del fenómeno, una vez expandido el CO2, ¿a ver como lo embotellamos? Su
desaparición natural requiere varios siglos.
A nivel político independientemente de los signos (salvo algún exaltado)
todos los países lo conocen, firmaron el acuerdo de París. En la reciente
cumbre de Bonn han tomado medidas en el mundo financiero, de forma que un
grupo de grandes fondos de inversión ya no meterá el dinero en energías
fósiles, y penalizarán esas inversiones, y el dinero no suele ser tonto, quizás
sus motivos sean otros, y saben que el precio de las renovables, ya es
competitivamente mejor. Por otra parte hay estudios que dicen que la
acción resulta un 10% de lo que nos costaría la inacción, estamos pagando
riadas, sequías, alteraciones en la costa, etc, etc. que salen del presupuesto
común y pudiera ser que si se hacen prioritarios no haya luego para las
pensiones, y le echemos la culpa a la esperanza.